Una historia real con una striper. No conocemos en realidad la vida de las strippers. Tenemos una teoría sobre ellas gracias a los films americanos con guiones sub realistas pero, todo eso es verdad? Que hay de cierto y que hay de ficción ? Hoy, os voy a contar una historia real con una striper.
En el mundo de la noche, todo es diferente. Misterio, enigma, exótico o sórdido, podréis calificarlo como mejor os convenga. Pero si en alguna ocasión has visitado un club de striptease en Ibiza o en otra localidad, no olvides estas reglas NO escritas pero que al fin y la postre, son realidad. Las Girls bailan en frente de muchos ojos, tanto de hombres como a veces, de mujeres. Se une un mezcla de curiosidad, deseo y misterio. Con horarios distintos a las personas con rutinas diurnas, con sus espectaculares cuerpos y cuidados estéticos, la verdad, es que nunca pasan desapercibidas. No hace falta que se pongan taconazos o escotes, ellas tienen ese aura de atracción indecente, que tanto nos atrae y cautiva.
Yo nunca antes había estado, la verdad. A todo ello, vimos una bailarina muy exótica y guapísima. Decidimos entre todo el grupo pagarle a Carlos un lap Dance para celebrar su último día de soltería. La noche fue transcurriendo entre copas, risas y admiración de ver tantas Girls espectaculares y entre Javier y Jonathan, me pagaron un baile al ser mi primera vez allí. Ellos ya se veían como » expertos» en esos menesteres. Casualidad o no, me todo Anabel, la misma Girl que le bailo a Carlos. Aquello me pareció como un trabajo en » serie » o en » cadena». Cuantos bailes pueden hacer en una noche? Realmente pueden acordarse de todo lo que les dicen o es algo » mecánico? También decirte que Anabel era el nombre que nos dijo ella dado que muchas prefieren no decir su verdadero nombre y se lo cambian por otro.
Le pidió el dinero por adelantado a Javier y Jonathan y lo hicieron para 3 canciones. Ellos me dijeron que si quería mas tiempo, que me lo pagará yo! Y se echaron a reír….
Entre en un habitáculo privado que esta al final de la sala. Corrió unas cortinas y entremos dentro. La música empezó a sonar y ella se puso a bailar encima de mi. Fruto de mi inocencia, le hice algunas preguntas personales. En verdad no tenía ninguna mala intención pero ella, solo me dio una serie de respuestas educadas y sencillas, dándome a entender que no decía la verdad.
En un momento me dijo:
La verdad es que no he pisado un gimnasio en mi vida y se que fue como para subirme la autoestima y no verme en inferioridad ante tanta hembra pero, he de admitir que funciono. Sea por su magia, encanto o carisma, no podía dejar de admirarla. A la vez entendí que no debía hacer mas preguntas. También ese misterio, era emocionante.
Por eso, entiendo la frase que escuche nada mas a entrar a otra bailarina que le decía a un cliente » si quieres verme las tetas, págame». Incluso a otra le escuche decir » No quiero conversaciones contigo ni ser tu amiga, tengo pareja y sé que has venido a verme las tetas». Esa otra bailarina ya se notaba que había tenido mas de un encuentro con esa otra persona y ya le empezaba a incomodar.
Por eso, decidí dejar de lado tanta tontería de saber tanto de ellas y poder disfrutar del baile erótico que me estaba haciendo Anabel. En el transcurso de las canciones, ella iba quitándose la ropa. Cada vez estaba con menos ropa y sentía la fricción de su cuerpo contra el mío. Ella marcaba los tiempos y me decía, que podía hacer. Mejor dicho, era que me dejaba tocar o no!
De todas formas, tal y como os dije, era la primera vez que acudía a un club y lo vi un poco fuera de mi forma de ser. He de reconocer que las stripers era espectaculares y que me lo pase muy bien junto a todo el grupo pero, no creo que vuelva a ir a no ser que encarte como esta vez. Doy por hecho, que solo no iré pero, fue una gran noche de despedida de soltero en Ibiza.